El por qué algunos jóvenes nos resistimos a entrar en el bucle progre - centroderechista mucha gente no se lo explica. Todos sabemos las incoherencias con la Izquierda, con mayúsculas, que el progre-gobierno actual tiene, y la vergüenza que le da a la oposición decir que son lo que son, un partido democratacristiano de tendencia neoliberal, o sea, de derechas.
¿Qué alternativas hay? Lógicamente si alguien quiere una alternativa que entre en la rueda de la tiranía cuatrienal, llamada falsamente “democracia de partidos”, hoy no la tiene. Pero si aspiramos a una trasformación profunda, de las ideas que nos aleje de las falsedades de la sociedad del bienestar y del consumismo, para aspirar a una comunidad de ciudadanos libres, entonces deberíamos, al menos, detenernos a ver que es lo que se nos ofrece…
Y entre estas “ofertas” el nacionalsindicalismo nos brinda la oportunidad de luchar por un país de ciudadanos implicados, un país de derechos, y de deberes cumplidos para el bien de la comunidad, un país con OTRA FORMA DE HACER LAS COSAS.
Pertenecer a las facciones revolucionarias que quedan, de cualquier corte ideológico, es una lacra y un enfrentamiento continuo con tu familia, con muchos de tus amigos, un tabú en el trabajo o en la universidad... pues esta sociedad de “tolerancia selectiva” solo tolera a los que se mueven a la velocidad que marca el “sistema”; anarcosindicalistas, algunos –pocos- comunistas de los de verdad, social-revolucionarios y nacionalsindicalistas, estamos condenados a una “censura social” mucho más efectiva que la de las dictaduras, pues no es percibida nada más que por los que somos castigados por ella. Nos tacharán de rojos, de fachas, de locos… algunos de estos “tolerantes” una vez enterados de nuestra tendencia, nos dejarán de hablar, nos mirarán de otro modo…Y cuando llevas unos años así, te cansas y flaqueas.
Este es el momento de leer, formarnos, y buscar en nuestros ideólogos, pasados y presentes, el por qué de nuestro idealismo, de nuestras ansias de ver a España convertida en un país:
donde al parado se le de trabajo y no limosna,
al anciano respeto a sus años dedicados a construir la patria
al trabajador la empresa,
y al empresario, trabajo.
Al niño educación, familia y valores,
y al joven oportunidades para equivocarse y aprender,
al estudiante…futuro
y al currante formación…
Es la oportunidad de luchar por una revolución nueva, distinta, basada en los grandes ideólogos pero destinada a un futuro poco halagüeño; y es el momento de dejar la nostalgia para las partidas de dominó en la tasca, y de sentarnos a seguir creando ideas.
Y para ello a ti, joven rebelde, te necesitamos, para que construyas con nosotros el nacionalsindicalismo del futuro, nuevo y joven.
JR